El fabricante de coches Renault y el fabricante de piezas de coches Faurencia han hecho público un acuerdo de colaboración para el desarrollo de sistemas de almacenamiento de hidrógeno que se aplicará en furgonetas eléctricas.
Renault ya anunció su colaboración con Plug Power, una empresa estadounidense que le ayudará a diseñar y fabricar furgonetas de hidrógeno para uso profesional (tanto de transporte de pasajeros como de mercancías). Así, el nuevo acuerdo con Faurencia reforzará la entrada de Renault en los vehículos de hidrógeno, con previsión de tener una gama completa de vehículos comerciales propulsados por este elemento a mediados de la década.
Faurencia es de origen francés y los nuevos sistemas de almacenamiento empezarán fabricándose en su centro global de experiencia en Bavans (Francia). Cuando el nivel de producción aumente, se trasladará el trabajo a una planta que todavía está en construcción en Allenjoie (Francia).
Los vehículos alimentados con hidrógeno son una piedra angular dentro de la transición energética que está sufriendo el sector automovilístico, pues son una solución perfecta para la movilidad con cero emisiones. Hay que recordar que las furgonetas de hidrógeno serán furgonetas eléctricas con la peculiaridad de que, en lugar de alimentarse de baterías, contarán con un depósito de hidrógeno que les permitirá producir electricidad in situ cuando el coche lo necesite.
Es en la fabricación de esos depósitos donde entra en juego Faurencia, que empezará a proveer de piezas a Renault a finales de 2021, si todo va según lo previsto por ambas marcas.
Esta fuerte apuesta de Renault por la movilidad con hidrógeno no frenará la apuesta de la marca del rombo por los coches eléctricos a baterías. De hecho, ya se ha presentado la nueva generación de Kangoo Z.E., un modelo muy exitoso que también apuesta por lo eléctrico, en este caso sin necesidad de pilas de hidrógeno.