Cuando el objetivo es encontrar un coche eléctrico barato, la situación actual no facilita demasiado las cosas. Se trata de una tecnología reciente, todavía no plenamente consolidada pero con unas enormes perspectivas de futuro, motivo por el cual la mayoría de los lanzamientos de este tipo de automóviles se realizan a precios altos, descremando el mercado y requiriendo importantes dispendios a los compradores interesados.
Eso sí, como contrapartida la compra de un coche eléctrico barato, o no tanto, genera sustanciales ahorros en combustible que, a medio o largo plazo, permiten amortizar—al menos parcialmente— la inversión realizada.
En consecuencia, encontrar un coche eléctrico barato es mucho más difícil de lo que imaginamos, porque estos vehículos suelen tener un precio mayor, en similares condiciones, que los convencionales. Asimismo, el deseo de aprovechar todas las propiedades del auto obliga a añadir una infraestructura de carga adicional bastante elevada.
Sin embargo, esto puede cambiar muy pronto. Porque Renault ha asegurado, en boca de su director ejecutivo Thierry Bolloré, que pronto venderá un coche eléctrico en Europa por 10 000 euros. Aunque no han dado fechas al respecto, la hipótesis señala el 2021 como una fecha de referencia a tener en cuenta en el futuro de este coche eléctrico barato.
La cuestión que se plantea, a continuación, es si este vehículo eléctrica tendrá algo, mucho, poco o nada que ver con el Renault City K-ZE que ya está comercializando en el mercado chino, a un coste muy similar al planteado.
Se trata de un coche eléctrico asequible con una autonomía de 271 kilómetros según el ciclo de homologación NEDC. No es demasiado potente (44 CV con un par de 125) y su velocidad máxima queda limitada a 105 km / h, pero sería suficiente para el mercado europeo. Solo habría que cambiar su toma de carga para convertirla en una CCS Combo 2.
¿Puede ser este el camino? La otra posibilidad, crear un modelo de coche eléctrico barato nuevo desde cero, saldría muchísimo más cara.